Razón de ser
La despoblación tiene muchos significados, complicados de entender, sugerentes de aplicar. Dónde residir es un eslabón del cómo y con quién vivir, cadena que entrelaza biografías con estadísticas. A pesar de matices y dilemas, priman versiones en blanco y negro, afiladas en contrastes estereotipados entre lo rural y lo urbano, que en tiempos de economía de caracteres e ideas prenden muy fácil en redes y medios, pero que son nada precisas como diagnóstico y peligrosas cuando se usan para prescribir terapias.
Por eso, esta cátedra nace con la intención de ampliar significados y estimular un lenguaje de encuentro entre quienes investigan, diseñan e implementan estrategias y, sobre todo, quienes como ciudadanía protagonizan la despoblación. No hay rigor sin aplicabilidad, ni se debería actuar sin preguntarse por el fundamento de las metas y el sentido del camino.
Creemos que la creatividad ha de ser un catalizador de ese cambio sobre la despoblación, empezando por la manera de abordarla. Deseamos profundizar en temáticas apenas atendidas en agendas investigadoras, programas políticos y parrillas mediáticas, pero que inciden en el bienestar colectivo y en la realización personal, en satisfacer capacidades, e incluso ensancharlas y profundizarlas. Lo esencial es invisible y nos gustaría hacerlo presente ya en este planeta.
Además, también está el cómo, diferente a los usos académicos vigentes. Consideramos incompleta y sesgada a una universidad, albacea del conocimiento, que cree redimir a la sociedad con la que se relaciona. Nuestra idea de transferencia y, por ende, de investigación y docencia es de doble sentido y quiere aprovechar el saber, como suma de inteligencia, sensibilidad y experiencia, de quienes se (re)encuentran plenos y conscientes en esos territorios frágiles y resistentes, remotos y abiertos. En los reflujos siempre quedan cosas muy valiosas, más aún por inesperadas.
Analizar, reflexionar, informar, son cosas que nos gustaría promover desde la Cátedra DPZ sobre despoblación y creatividad, para que el debate, social y académico, sea más riguroso, sensible y comprometido.