HERALDO DE ARAGÓN | La cátedra de despoblación cumple 2 años con el reto de buscar soluciones creativas
La provincia zaragozana es un territorio de contrastes. La capital concentra el 70% de la población, un porcentaje que asciende al 80% si se incluye el entorno metropolitano. Siete de cada diez pueblos no superan los 500 habitantes, lo que acentúa su desequilibrio y obliga a buscar soluciones con el objetivo de revertir esta tendencia. Para atender esta emergencia demográfica en el mundo rural, el denominado Cuarto Espacio, nació hace dos años la Cátedra sobre Despoblación y Creatividad, la primera de este tipo que se puso en marcha en España. La Diputación de Zaragoza y la Universidad han renovado ahora el convenio que permitirá seguir impulsando esta iniciativa, que trabaja para aportar propuestas desde el conocimiento científico.
«Introducimos una perspectiva diferente en el tema de la despoblación, porque hay un enfoque macro, que se centra en las infraestructuras o la banda ancha, pero hay otras cosas invisibles, como el arraigo, la vecindad, la ayuda, la escuela rural…». Son aspectos, asegura su director, Luis Antonio Sáez, que obligan a «cambiar la mentalidad» para aportar «ideas novedosas». «Hay que ser imaginativo –añade–. A veces se contagia una impronta victimista, pero lo interesante es que esto se gana con talento, compromiso, dinamismo y vitalidad».
La cátedra se ha convertido en solo dos años en un referente a nivel nacional en la lucha contra la despoblación. Sus líneas de actuación incluyen la investigación, la formación y la transferencia. A la participación en foros y encuentros (una media de 30 anuales) se suma la organización del curso de verano, que tuvo lugar en Ateca. Han promovido informes de fiscalidad, mercado de vivienda e innovación en el emprendimiento. Los próximos estudios serán sobre arraigo de los jóvenes, población flotante o inclusión en el medio rural. Dos propuestas originales que han tenido continuidad han sido Desafío, el programa de prácticas universitarias en zonas rurales, y el concurso de relatos y vídeos ‘Qué bello es vivir… en mi pueblo!’.
Sáez se aleja de la visión negativa de los núcleos en riesgo de extinción, aunque reconoce que «hay una situación crítica». Y subraya algunas iniciativas, como Empenta Artieda, el impulso artístico de Torralba de Ribota o las propuestas en pequeños municipios, como Urriés. «La despoblación está ejemplificando lo bueno y lo malo de la política. Se ha convertido en un espectáculo, en uno más, muchas veces muy superficial y banalizado y a la vez tiene mucho recorrido», señala.
En los últimos tiempos se ha aprobado la Directriz de Política Demográfica y contra la Despoblación, que incluye un total de 15 ejes y 380 actuaciones. En Aragón se nombró un Comisionado para la lucha contra la despoblación. Asimismo, se aprobó un decreto por el que se crea y regula el Observatorio Aragonés de Dinamización Demográfica y Poblacional. Y se impulsó, en septiembre de 2018, la Estrategia de Atención y Protección Social a Personas Mayores del Gobierno de Aragón.
Noticia completa HERALDO DE ARAGÓN aquí.